Muy buen proceso y resultado. Ofrecen lo que es justo y necesario según nivel, plazo, pauta e instrucciones complementarias en la pizarra: Son 9 imágenes limpias, con las mismas dimensiones (1200 x 960 pixeles), peso inferior a 100 KB y nombres correspondientes. En cada imagen tenemos a uke y nage como dos pictogramas (ver Seel, 2010, pp.252-253). En conjunto, las imágenes ofrecen una secuencia con 4 de los 5 ingredientes de toda historia: arco, cambio, coherencia y plausibilidad (ver Lupton, 2019, p.36). Quedan pocos detalles concretos y relevantes por pulir. Pero son detalles muy difíciles de pulir en un par de horas, un par de meses o, incluso, un par de años: The 7 Most Common IKKYO Errors y otro video (con uke y nage como dos pictogramas).
Saber contar historias mediante una secuencia de imágenes constituye una habilidad inestimable no solo para cineastas, dibujantes de cómics y novelistas gráficos, tino también para todo diseñador que trabaje con el tiempo y la interactividad. El propósito de un storyboard consiste en explicar acciones con una serie de imágenes concisas. Para desarrollar un storyboard, los diseñadores tiene que planear el arco de una narración y decidir cómo resumir esa historia en un número limitado de fotogramas (Lupton, 2021, p.34).